jueves, 29 de marzo de 2012

En honor a mi abuelo Francisco González Santana


Hoy 75 años de tu fusilamiento seguimos igual, se sigue sin juzgar a tus asesinos.Seguimos sin saber donde está tu cuerpo.No creas abuelo que la sociedad ha cambiado mucho desde que te apartaron de tu familia.Ahora vivimos en una sociedad "libre y democrática", donde podemos expresarnos sin ser apaleados y no nos pegan un tiro en la cabeza, donde en unas elecciones legales elegimos a nuestro gobernantes, muchos de los cuales son herederos de tus asesinos.Hoy en tu 75 aniversario el país se ha movilizado en una huelga general , para defender nuestros derechos como trabajadores. Tenemos un gobierno de derechas que hace unas reformas laborales ,donde hace retroceder al trabajador 40 años atrás, donde la igualdad entre hombres y mujeres , hace un retroceso y un largo etc.Abuelo fuiste un hombre trabajador y luchador por tus ideas, tu energía fluye en un día tan especial. 

miércoles, 28 de marzo de 2012

29 de marzo 75 años del fusilamiento de los cinco de San Lorenzo

Dijeron que se alzaban contra la anarquía y el desorden, y ocasionaron alrededor de 800.00 muertes.
Dijeron que se levantaban contra la república por el asesinato de Calvo Sotelo, y nos tuvieron sin unas elecciones democráticas durante más de 39 años.
Ahora, nos aplican unos recortes sociales brutales, y encima les votamos.
Contra el fascismo socio económico ....... ¡VIVA LA REPÚBLICA!

Ángel Escarpa


lunes, 26 de marzo de 2012

75 aniversario del asesinato de los cinco de San Lorenzo

Este jueves 29 de marzo de 2012 se cumplen 75 años del fusilamiento de los cinco de San Lorenzo. Ese día fueron sacados a golpes y empujones del Campo de Concentración de Gando a las 6 de la mañana, entre llantos y despedidas de sus camaradas también condenados en un Consejo de Guerra absolutamente ilegal. El Alcalde, Juan Santana Vega, el Secretario municipal, Antonio Ramírez Graña, el Inspector Jefe de la Policía Local, Manuel Hernández Toledo, y los sindicalistas vinculados al Ayuntamiento de San Lorenzo, Matías López Morales y Francisco González Santana, fueron trasladados en un camión militar hasta el Regimiento de Artillería de La Isleta para ser asesinados a las 4 de la tarde.

Ese día triste para la historia de la democracia en Canarias supuso el principio del fin de un municipio prospero, donde sus habitantes habían votado en unas elecciones libres por el Frente Popular, que ostentaba la mayoría absoluta en este pueblo de Gran Canaria, que era gobernado por líderes sindicales de la Federación Obrera y militantes activos de los Partidos Comunista y Socialista.

Su lucha comenzó muchos años antes defendiendo los derechos de los jornaleros y jornaleras, enfrentándose a los terratenientes que explotaban a miles de trabajadores, que malvivían en condiciones de semiesclavitud, los mismos caciques de familias nobles que ejercían el brutal derecho de pernada sobre las mujeres de los obreros.

Los cinco de San Lorenzo se ganaron el respaldo de toda la población y ganaron las elecciones municipales por mayoría aplastante 3 años antes de ser brutalmente asesinados, precisamente en una época donde se compraba el voto trabajador a través de chantajes y amenazas, donde se pasaba hambre y miseria mientras los poderosos se enriquecían a costa del esfuerzo y el trabajo esclavo de la clase trabajadora.

Estos mismos patronos no permitieron que se hiciera efectivo el indulto firmado por el General Franco, que conmutaba la pena de muerte y que llegó a la isla 15 días antes de los fusilamientos, presionando en las instancias militares y de Falange Española, para que estos cinco hombres justos fueran asesinados el 29 de marzo de 1937.

Esta venganza de la patronal de San Lorenzo contra quienes defendían los derechos laborales y sociales de los vecinos de este desgraciado municipio, se desarrolló con premeditación y alevosía, tiene nombres y apellidos, incluso los descendientes de estos genocidas ahora dirigen empresas constructoras de renombre en Canarias, ejercen sus cargos públicos en el Parlamento Canario, Ayuntamientos o el propio Congreso de los Diputados. Se enriquecieron y beneficiaron de un régimen que exterminó a cientos de miles de ciudadanos por el simple hecho de pensar diferente, expropiando a los fusilados sus propiedades y multando a sus familias con cantidades astronómicas para la época. Multas que no pudieron ser pagadas y que en el caso del sindicalista Francisco González Santana, le supuso la expropiación de varias de sus propiedades, ahora en manos de familias vinculadas a esta dictadura fascista.

Estos 75 años dejan en el camino muchos sufrimientos de los familiares, humillaciones, persecución laboral, robo de propiedades y escaso reconocimiento histórico a quienes entregaron su vida luchando por la democracia y la libertad.

Nos queda en el recuerdo la santa inocencia del niño Braulio, hijo de Francisco González, asesinado el 20 de diciembre de 1936 en su cunita por un falangista de Tamaraceite, que lo sacó de su lecho y lo estrelló contra la pared delante de su madre y sus hermanos. Las torturas y abusos sexuales sobre la militante de izquierdas Rosa García, los tiros por la espalda aplicando la Ley de Fugas, los desaparecidos en tantos lugares del terror como la Sima de Jinámar, el Pozo de la Finca de las Maquinas en Los Giles, los Pozos de Tenoya y Arucas y un largo etcétera de lugares para el exterminio y el genocidio de lo mejor de la sociedad canaria en aquellos años de terror.

Los familiares de los fusilados hemos conseguido pequeños avances como la construcción de un monumento a su memoria en el Parque de La Mayordomía, la adjudicación de cinco calles en su honor en el Distrito de Tamaraceite, las declaraciones de ilegalidad del Consejo de Guerra por parte del Ministerio de Presidencia del gobierno central, la realización de un documental sobre su lucha. Consecuciones que no han sido nada fáciles, que nos han costado horas de gestiones en despachos y pasillos de la administración, malas caras de funcionarios, boicots e intentos de protagonismo de ciertos personajes vinculados a la política canaria, etc.

Este jueves 29 de marzo y con la genial coincidencia de una Huelga General el mismo día del aniversario de su muerte a manos de los militares fascistas, las familias colocaremos flores rojas en su monumento en el Parque de La Mayordomía, será a las 20,00 horas en un acto íntimo en un día de lucha por los derechos de la clase obrera del estado español, la misma lucha por la que ellos entregaron su vida. A esa hora reflexionaremos en silencio sobre su heroico ejemplo, en su batalla permanente por la dignidad, la libertad, la justicia y en contra de los abusos del capital sobre los trabajadores y trabajadoras de Canarias.

http://verdadmemoriajusticiayreparacion.blogspot.com.es/

lunes, 19 de marzo de 2012

La Fiscalía vuelve a denunciar a la monja sor María Gómez Valbuena por el robo de niños

La Fiscalía de Madrid acusa a la monja de detención ilegal ante el juzgado de Madrid número 43, según se dio a conocer ayer. La religiosa ya imputada por el caso de bebés robados fue llamada hace semanas a declarar pero se negó a testificar.

La Fiscalía de Madrid ha denunciado a la monja sor María Gómez Valbuena por su implicación en el robo de niños. La Fiscalía ya citó a declarar como imputada a la religiosa que se negó a prestar declaración, ahora ha sido denunciada nuevamente esta vez por detención ilegal en uno de los casos de bebés robados que se investiga, según consta en la demanda interpuesta ante el juzgado de Madrid número 43, según se supo ayer.

La Fiscalía investiga un caso de 1982, el de María Luisa Torres, entonces una madre separada, que fue engañada por la monja Gómez Valbuena tras dar a luz en la maternidad Santa Cristina en O’Donnell, Madrid.

Estos hechos se han repetido en muchos más casos en el mismo hospital, según los testimonios aportados por muchas madres. En los dos últimos años decenas de familias afectadas han señalado públicamente a esta monja como parte de una trama que entregó a los bebés a otros padres no biológicos.

1.500 denuncias en todo el Estado por robo de niños

La Fiscalía cuenta con más de 200 denuncias por el robo de niños durante el Franquismo y hasta bien entrada la democracia en los años 80. El 50% de los casos se han archivado, pero unos 100 casos están siendo investigados. Sin embargo, son más de 1.500 las denuncias hechas por las familias afectadas por el robo de bebés en todo el Estado Español.

La monja sor María Gómez Valbuena fue durante más de 30 años (entre los años ’60 y los ’80) asistente social en la maternidad pública de Santa Cristina, en O’Donnell, allí recibía a los padresque venían ‘recomendados’ por una organización privada, la Asociación Española para la Protección de la Adopción (AEPA), avalada por el Estado, el Tutelar de Menores y por organizaciones católicas como Cáritas o Mensajeros de la Paz. También llegaban hasta Gómez Valbuena familias que eran enviadas por distintas órdenes religiosas para conseguir bebés. Un número elevado de bebés fueron a parar a familias acomodadas con vinculaciones políticas con el régimen franquista, incluso un número sin determinar de bebés fueron enviados al extranjero a través de embajadores, militares y médicos.
LISTAS PARA ENTREGAR BEBÉS ROBADOS

En la maternidad de O’Donnell la monja elaboraba las listas para dar a los niños que supuestamente las madres solteras y otras mujeres abandonaban. Sin embargo, según se ha dado conocer a través de las denuncias y decenas de testimonios de madres e incluso de enfermeras (como publicó DIAGONAL) lo que ocurría en esas maternidades era que una trama de médicos, monjas, abogados, notarios, taxistas, empleados de funerarias, etc. participaban de la entrega de bebés como un negocio que se llevaba a cabo tanto en hospitales públicos, como Santa Cristina, 0’Donnell, y otros del Estado español, desde Bilbao, Granada, Tenerife, Zaragoza, Málaga, etc., y clínicas privadas como San Ramón en Madrid y otras como la Cigüeña en Valencia.

Estos centros, surtían de bebés a la monja a cambio de que los futuros padres adoptivos pagasen una elevada cantidad de dineroy educaran a los hijos en determinados principios religiosos. La monja sor María Gómez Valbuena de la orden de las Hermanas de la Caridad, actuaba en connivencia también con otras monjas de esta misma orden que operaban de la misma manera en otras provincias e intercambiaban bebés desde un extremo a otro del Estado.
EL TRÁFICO DE NIÑOS ROBADOS

Goméz Valbuena era la más activa de la red de supuestas adopciones. Al mismo tiempo, prometía ayudar a las mujeres sin recursos y solteras embarazadas y las acogía en centros regidos por monjas, pisos y pensiones. En otros casos eran los padres de las jóvenes embarazadas las que conducían a sus hijas hasta la monja y daban su consentimiento, de espaldas a la embarazada, para que el niño fuera entregado a otra familia.

Cuando se acercaba la fecha del parto, sor María trataba de convencer a las jóvenes y si no conseguía su objetivo, las mujeres eran dormidas durante el parto y cuando despertaban les decían que el niño había muerto y que el hospital se encargaba de enterrarlo. Mientras, el bebé ya había sido entregado a otra familia, previo pago de importantes cantidades, como han denunciado madres e hijos que ahora buscan su identidad.

La monja era conocida en todo el Estado español e incluso en el extranjero donde fueron a parar muchos bebés . Ahora la Fiscalía ha imputado a la monja, cabecilla de esta trama de robo de bebés que incluso ya en los ’70 presumía de haber dado en adopción a cientos de niños.

http://www.diagonalperiodico.net/La-Fiscalia-vuelve-a-denunciar-a.html

domingo, 18 de marzo de 2012

Víctimas del franquismo envían una carta a los embajadores españoles en el extranjero

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica explica en una carta remitida a todos los embajadores españoles en el extranjero los aspectos relacionados con las violaciones de derechos humanos en la dictadura.  

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha remitido una carta a todos los embajadores y embajadoras que representan a España en el extranjero.

Después de conocer que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha enviado un argumentario a los representantes diplomáticos para ayudarles a explicar el caso Garzón, la ARMH también les ha enviado algunos argumentos.

“Se trata de ayudarles a explicar el fenómeno de la impunidad, la negación a garantizar sus derechos a las víctimas de la dictadura militar del general Franco y las demandas de los familiares de los miles de desaparecidos”, señalan. También se hace mención del robo de bebés a las presas republicanas, “un delito cometido con el objetivo de purificar la raza”.

El miércoles se conoció la decisión del Tribunal Supremo de posponer de nuevo la deliberación sobre la competencia para abrir las fosas.

La carta, que ha sido remitida por correo electrónico, incluía una fotografía de una exhumación en un pueblo de la provincia de Burgos y la portada del diario cordobés La Voz, con fecha, 21 de agosto de 1936, en la que el titular dice: "Las valerosas fuerzas que luchan por España limpian de marxistas los pueblos"; como un ejemplo de un lenguaje que describe lo que es un genocidio.

http://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/2012-03-15/victimas-del-franquismo-envian-una-carta-a-los-embajadores-espanoles/2012031513373000915.html

martes, 13 de marzo de 2012

Hijos Guatemala: “Mi nombre es Rogelia Cruz Martines”

Tengo un nombre. Nunca me acusaron de nada, no tuve juicio, no conocí un tribunal. Mi caso sigue en la impunidad.

“Mi nombre es Rogelia Cruz Martines, cuando tenía 19 años en 1959 fui electa Miss Guatemala. Soy maestra, estudie arquitectura. Como estudiante fue creciendo en mi una gran indignación por las condiciones de miseria y exclusión en que vivían la mayoría de Guatemaltecos. Ante la conciencia de la necesidad de transformar las condiciones de vida de este país, me incorpore a las FAR. en diciembre de 1967, fui secuestrada por el ejército de Guatemala, mi cuerpo mutilado apareció en enero de 1968 junto a 11 campesinos cruelmente asesinados, en el río Michatoya. Mi cuerpo tenía muestras de violación y tortura de las más salvajes. Nunca supe de que se me acusaba, no fui llevada a juicio, no tuve opción a defenderme. Mi caso sigue en la impunidad.”

113.000 sueños pendientes de ser soñados

Clemente Bernad presenta en Madrid su documental ‘Morir de sueños’, un relato alrededor de las fosas comunes del franquismo.

La madre de un falangista paseando por el pueblo con el abrigo que éste le ha robado a la víctima que acaba de fusilar es la imagen que evoca uno de los testimonios del documental ‘Morir de sueños’, del fotógrafo Clemente Bernad, presentado ayer por la tarde en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

El último trabajo del cineasta documentalista aborda algunas de las miles de historias que surgen a raíz de la apertura de las fosas comunes del franquismo, y lo hace sirviéndose de los testimonios de familiares de desaparecidos y de la labor técnica de forenses y arqueólogos en estos enterramientos. A través de la luz y el color, Bernad narra el presente y el esfuerzo colectivo por romper los muros de silencio. La oscuridad y el blanco y negro llenan la pantalla cuando surgen las imágenes de la simbología franquista con las que el fotógrafo contrapone la realidad que vivieron los vencidos tras la Guerra Civil.

“Quería contar lo que sucede alrededor de las fosas y hacer un relato visual para romper los silencios”, confiesa el autor del proyecto ‘Donde habita el recuerdo’, un trabajo que incluye, además del documental, el libro ‘Desvelados’ (Alkibla), de fotografías tomadas a pie de fosa. Las denominaciones de esta iniciativa vienen cargadas del simbolismo con el que hoy en día se trata de atajar el desconocimiento sobre el pasado reciente: se desvela quien no puede dormir, a quien la conciencia le pesa porque algún problema no se ha resuelto, como el de las miles de muertes de civiles en retaguardia desde 1936, hombres y mujeres con quienes se enterró “el último gran sueño del pensamiento crítico”, señaló ayer el poeta Juan Carlos Mestre, que acompañó a Bernard en el coloquio de presentación de su trabajo y para quien “desenterrar los cuerpos” significa también “desenterrar ideas”.

Junto a Mestre, que es una de las voces del documental, arroparon a Bernad el antropólogo del CSIC Francisco Ferrándiz y el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Emilio Silva, en una mesa moderada por la periodista de El País Lola Huete.

Acercar al público el horror padecido por las víctimas del terror franquista es el objetivo con el que el fotógrafo se asomó a las fosas para dejar constancia de toda la información que facilitan los restos de personas allí enterradas con los cráneos agujereados por las balas. De esos datos dan cuenta los forenses en los laboratorios donde llegan los esqueletos para ser analizados. Todo ese proceso queda reflejado en un documental que tiene mucho de pedagógico y otro tanto de servicio social.

Una de las historias protagonistas es la de María Alonso, la bañezana enterrada en una fosa común en Izagre (León). Un sueño “pendiente de ser soñado”, sugirió Mestre. Por ello, la voz del poeta recorre durante el documental una ficción de lo que pudo haber sido la vida de María, esa mujer de 32 años que se dejó un pendiente en casa, “y tantas cosas pendientes”, el día que la fusilaron. “María se dio cuenta de que no llevaba las dos joyas. Subió las escaleras, llegó a su habitación y se colocó el zarcillo en el lóbulo de la oreja. Se miró al espejo, se vio preciosa, y salió a la plaza del pueblo a bailar. Eran las fiestas, y allí conocería a un muchacho del que se enamoraría”. Esa pudo ser haber sido la otra historia de María, a quien los franquistas no le perdonaron que heredara “el librepensamiento de su abuelo”, lamentó Mestre.

El proyecto, que ha sido financiado en gran medida por numerosos mecenas a través de una iniciativa de ‘crowfunding’, viene a ser un antídoto contra la “cultura del silencio, del olvido y de la educación para no saber, para no preguntar”, concretó Silva, cuyo abuelo, un tendero de Villafranca del Bierzo , fue asesinado y arrojado a una cuneta. Mestre recordó ayer que su abuelo, sastre de profesión, siguió trabajando en el traje que le había encargado un amigo pero que nunca llegaría a estrenar, pues le fusilaron en octubre de 1936. Ese amigo era Emilio Silva Faba, de quien aún se conservaban sus medidas en el taller familiar. Esta circunstancia del pasado la supieron sus nietos muchos años después, cuando sus pasos se cruzaron en el camino de la memoria y, ayer, el poeta la recuperó ante el público que acudió a la presentación del trabajo de Bernad.