miércoles, 17 de octubre de 2012

Cada fosa que se abre y cada resto que se entrega consolidan la democracia´



      El profesor ha saltado a las portadas por ser el forense que recondujo el caso Bretón con el análisis de los huesos de los niños. Pero es mucho más que eso: lleva años liderando las exhumaciones de las fosas de la Guerra Civil y ha contribuido a esclarecer casos como el de Lasa y Zabala...
      EL ADN se ha convertido en el nuevo lucero, incluso dios, para la Justicia. ¿Es tan difícil una condena sin su omnipresencia?
      No, en absoluto. El ADN es muy poderoso cuando te incrimina, pero en el caso de los niños de Córdoba, por ejemplo, no incrimina más a quien ha cometido el delito. Cuando el autor niega haber estado en el lugar o niega una agresión sexual, si encontramos restos biológicos suyos en la escena o en la víctima, está perdido. Aquí, en caso de que se obtuviera ADN de los restos esqueléticos de los niños, no hay una mayor incriminación del padre, porque él admite que estuvo ese día en la finca y que la hoguera la hizo él. Lo que haría es determinar con expresión matemática que son esos niños, pero ya sabemos que sí lo son: los restos pertenecen a dos homínidos de sus edades, dos y seis años; desaparecieron esa tarde, en la que está documentada la hoguera porque fue vista hasta a 33 kilómetros de distancia de lo grande que era; en esa hoguera hay más elementos, como el botón metálico o el trozo de tela; no había ni un solo hueso de animal entre la cenizas; y obviamente no son restos de un cementerio que alguien ha ido a quemar allí. Así que, ¿de quién van a ser? Para que se entienda, si los niños hubiesen aparecido ahogados en un pozo, podría surgir la duda de si fue un accidente, pero incinerados, porque ese fuego se hizo arder a más de 650 grados durante horas, con mucho acelerante y mucha madera, no cabe la menor duda
      ¿Le molesta ser más conocido por el caso Bretón que por sus años al servicio de la recuperación de la memoria colectiva española?
      No. Yo era conocido en otro tiempo por otras cuestiones y ahora me toca serlo por el caso Bretón, que tiene un impacto mediático a lo mejor superior. Yo participé en Chile en la investigación de la muerte de Víctor Jara, que puede tener importancia para media Humanidad, no sólo para los españoles, porque era un cantante popular, de una ideología concreta y porque ha dejado para la posteridad un legado que nos puede seguir emocionando. Víctor Jara murió asesinado de varios disparos y le rompieron más de 50 huesos. A lo mejor yo era más conocido por aquello que por esto. Y también puedo volver a ser conocido dentro de tres años porque me equivoque en un caso y eso me lleve a un gran desprestigio profesional. También puede ocurrir
      ¿Considera sano que un país no sea capaz de sepultar a todos sus muertos? ¿Qué le diría a quienes opinan que poner nombre a los cadáveres de una represión es tener ganas de remover el pasado?

      Si se prestan y me dejan quince minutos de su tiempo, estoy preparado para convencer razonablemente a quienes están en contra de las exhumaciones de la Guerra Civil española de que ese asunto encierra tal cantidad de contenidos de derechos humanos y sirve para reforzar la democracia de tal manera, que sus valores pedagógicos superan con creces esa frase hecha de que esto divide a los ciudadanos o reabre heridas; eso es de una simpleza fenomenal. Cada vez tengo más claro que ahí se encierran una serie de valores muy útiles, porque la tragedia de nuestros padres nos sirve hoy para consolidar valores democráticos, para construir más democracia cada día. Cada fosa que se abre, cada resto que se entrega y cada homenaje que se hace consolidan valores democráticos hoy. Esto debería verse con naturalidad. Si hay gente que está en desacuerdo, que se identifique. 
      Hay quien se aferra a que es una cuestión política...
      ¿Que hay una reivindicación política detrás? ¡Naturalmente! Hay gente que te dice: "Ustedes están abriendo ahora las fosas por una cuestión política". Y yo les contesto: El no abrirlas durante todo este tiempo fue por una cuestión política, no por falta de infraestructuras o de medios. ¡Claro que detrás de las exhumaciones hay también una razón política, pero nuestro trabajo es objetivo y científico! ¿Cómo puedes pretender investigar las fosas de Libia hoy y decir que no se pueden recuperar los restos de una fosa clandestina en tu pueblo donde está enterrado el padre de tu amigo, con el que has ido al colegio toda la vida, y que fue injustamente asesinado? En esto, de verdad, cada vez tengo las cosas más claras...
      ¿Alguna vez han rechazado alguna de sus verdades periciales por incómoda? 
      Sí, en algunos casos de malos tratos y de torturas.
      ¿En qué casos? ¿En el de Lasa y Zabala, por ejemplo?
      No, precisamente en ese caso prosperó porque era también muy contundente, muy demostrativo, tanto que no se podía esconder por más tiempo. Eran otros casos de torturas, en los que yo tengo el convencimiento de que esa persona fue tratada abusivamente. Y yo no tolero que en el siglo XXI y con mis impuestos haya funcionarios públicos que se sobrepasen. Me supera, qué le vamos a hacer... Será porque estoy influido por los jesuitas o será porque me interesa la criminología, pero es intolerable que esto ocurra.
      ¿Se refiere a casos recientes?
      No, son de hace ya unos años, pero a mí me tocaron bastantes casos de estos. Algunos de los asuntos sirvieron para condenar a policías, pero en otros yo no fui suficientemente demostrativo y el tribunal no apreció mi opinión, así que mi verdad pericial no prosperó. Son las reglas del juego.
      Usted ha trabajado codo con codo con Baltasar Garzón. ¿Considera justa la justicia que le ha sido aplicada? 
      No, no ha sido justa, por supuesto que no. A Garzón no le ha querido ayudar nadie, se le ha dicho: "Esta vez, te aguantas". Es un asunto que probablemente en otro contexto se habría resuelto de otra manera. Y le han dejado solo, unos y otros. Además, se produce la paradoja de que en otros lugares del mundo, porque Garzón es muy conocido fuera de España, esto no se entiende, resulta incomprensible lo que le ha sucedido. ¿Cómo puede ser que lo hayan hecho desaparecer por completo de la carrera judicial?
      ¿Su gran crimen ha sido estar del lado de la memoria histórica?
      Su gran crimen ha sido dar amparo a los desamparados, que eran personas que le estaban tocando la puerta y el corazón cuando estaban diciéndole: "Oiga, mire, yo soy víctima de una injusticia. Mi padre está enterrado en una fosa aquí, enfrente del juzgado, y creo que esto se debería estudiar". Cuando Garzón se declara competente, algo que nadie quería hacerlo y que él hace porque cree que tenía alguna responsabilidad, se le echa encima toda la clase política española.


El Foro por la Memoria pide dignificar 30 fosas comunes en el cementerio


















La memoria del cementerio esconde todavía los restos de muchos represaliados de la Guerra Civil, pero sobre todo, de la represión franquista a pesar de que el Ayuntamiento haya dignificado el ‘Patio 42’, que guarda 727 cadáveres, el año pasado. El Foro por la Memoria de Toledo lleva año y medio esperando – al igual que Izquierda Unida – que el equipo de Gobierno municipal trabaje en la dignificación de las treinta fosas comunes que aún permanecen en el olvido tal y como se comprometió durante el homenaje al ‘Patio 42’ celebrado el 17 de febrero de 2011. Pero como después de esa fecha no se ha vuelto a hablar del asunto, el colectivo vuelve a mirar hacia la Memoria Histórica para sacar a la luz esas viejas historias arrinconadas y, sobre todo, alejar del ostracismo a todos los represaliados, con o sin nombre, que sigue silenciando el cementerio.
«Es necesario que el Ayuntamiento de Toledo continúe con la dignificación y no se conforme con lo conseguido con el ‘Patio 42’», explica el presidente del Foro por la Memoria, Emilio Sales. Además, recuerda que durante los homenajes celebrados en febrero, dado que IU realizó uno y el Ayuntamiento otro institucional, «se habló de la posibilidad de colocar un mapa a la entrada con un itinerario para todos los interesados en visitar el ‘Patio 42’ y el resto de fosas». Sin embargo, no comprende por qué no se ha empezado a mover el tema en este último año y medio y plantea reunirse con el portavoz de IU, Aurelio San Emeterio, para que le ponga al día de la situación y estudiar cómo abordar esta reivindicación.
La dignificación del resto de fosas comunes podría ofrecer algunas dificultades como las sufridas en el ‘Patio 42’, que ha precisado un proyecto para adecuar la parcela y proteger los restos dada la imposibilidad de las exhumaciones al disponer de una fosa de gran dimensión que apila cientos y cientos de restos mortales, la mayoría sin nombre ni apellidos. En este caso, el problema reside en la cantidad de fosas, unas localizadas y otras no, que quedan todavía, en los patios 43, 17, 19, 33, 31, salvo las tres que se dignificaron en este último tramo en los años 80.
Sin embargo, la mayor parte de los enterrados fueron registrados en el libro del cementerio. Pero sólo algunos de los familiares conocen si sus represaliados murieron de un disparo junto a la tapia del cementerio, de una condena improvisada, de una enfermedad en la cárcel o por la cruenta represión que asoló Toledo con la entrada de las tropas del General Varela a finales de septiembre de 1936.
LA INVESTIGACIÓN. El Foro por la Memoria de Toledo espera que el Ayuntamiento pueda seguir dando pasos para avanzar en la dignificación y la reparación moral. Si bien, la iniciativa no resultaría sencilla puesto que el cementerio también esconde varias fosas comunes en la tierra y algunas de ellas no están localizadas a pesar de las investigaciones de los últimos años. Aún así, la historiadora Natividad Rodrigo es una de las personas que mejor conoce el tema porque realizó una cuidada investigación que inició en el año 2005 tras obtener un permiso municipal que se retrasó bastantes meses porque el tema de la Memoria Histórica no convencía al Gobierno municipal del Partido Popular.
Rodrigo analizó a conciencia el libro-registro del cementerio, un documento muy valioso que desentierra datos, fechas, lugares de inhumación y anécdotas que pueden ser muy útiles a la hora de exhumaciones futuras o, simplemente, para dignificar gran parte de las fosas comunes. Además, la historiadora ha paseado muchas veces por el cementerio comprobando dónde pueden ubicarse y sabe que a partir de 1938, ya que antes la mayor parte de los represaliados fueron a parar al ‘Patio 42’, los entierros se llevaron a cabo en los patios 17, 19, 31 y 43, todos ellos ubicados a la izquierda del acceso principal.
A pesar de que siempre se habla de que aún quedan 30 fosas comunes arrinconadas, lo cierto es que aún no se puede precisar el número exacto porque puede que los alrededores de algún ciprés también escondan los restos de decenas de represaliados, como pudo ocurrir también junto a la tapia del cementerio, la última parada de los agónicos paseos.
Lo único que sí está claro es que el cementerio recibió un goteo de cadáveres hasta 1943, aunque la mayor parte de los enterramientos se realizaron a finales de septiembre de 1936. Y fue a partir de 1939 cuando el libro-registro del cementerio ofrece más información acerca del número de enterramientos. Con todo, la investigación de Rodrigo apunta que las fosas comunes guardan, al menos, los restos mortales de casi 428 represaliados con nombre y apellidos, y 915 desconocidos contabilizados en las tandas que se arrojaron a las fosas durante 1936.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Piden a la ONU que obligue a España a buscar a los niños robados para acabar con el “sufrimiento” de sus familias


    Colectivo Sin Identidad interpone una denuncia ante el Grupo de Trabajo de Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas por la “pasividad” del Gobierno en la investigación de los miles de casos, que pueden constituir crímenes contra la humanidad
    La investigación por la desaparición masiva de niños durante el franquismo y buena parte de la democracia va camino de convertirse en un conflicto internacional. Primero fueron los afectados andaluces los que anunciaron que llevarían sus casos al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por considerarlos delitos de lesa humanidad. Ahora son los canarios Colectivo Sin Identidad quienes han acudido a la ONU pidiéndole que obligue al Estado español a buscar a los niños dados en adopción irregular, posiblemente robados, y los restituya a sus familias y acaben así con su actual “sufrimiento”.
    La denuncia fue interpuesta el pasado lunes 8 de octubre en Ginebra (Suiza) ante el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de Naciones Unidas pidiéndole su intervención “a la mayor brevedad posible” dado el “incumplimiento” por parte del Estado español de su “deber” de buscar, localizar y restituir a sus seres queridos a los niños y bebés sustraídos a sus familias y dados en adopción irregular entre los años 1938 y 1990. El autor de la denuncia, el jurista Miguel Ángel Rodríguez Arias, explica que la inmensa mayoría de esos desaparecidos están vivos, y por tanto el Estado español está obligado a identificarlos y ponerlos en contacto con sus verdaderas familias, en cumplimiento de los distintos tratados y convenciones internacionales que España ha firmado.
    Rodríguez Arias es profesor de Derecho Penal Internacional en la Universidad de Castilla-La Mancha y autor del libro El caso de los niños perdidos del franquismo: crimen contra la humanidad, pero aclara que con esta acción ante la ONU no se pretende la persecución de estos delitos. Se trata más bien de seguir el ejemplo de las Abuelas de la Plaza de Mayo de Argentina, sobre todo cuando el número de niños desaparecidos en España podría ser hasta diez veces mayor que el caso argentino. Este grupo de trabajo actúa precisamente como cauce de comunicación con los gobiernos para averiguar la suerte y paradero de los desaparecidos.
    Por eso, en la denuncia se pide a la ONU que ordene al Gobierno español la creación de una Comisión Nacional de Desaparecidos, un banco de datos genéticos, un grupo de fiscales especializados y una unidad de Policía judicial dedicada solamente a este asunto. “Es el Estado el que tiene que intervenir, no se puede dejar esta cuestión a iniciativa de los parientes”, cuando la legislación obliga a “una investigación oficial efectiva e independiente”. Así lo establece, según señala Rodríguez Arias, la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, que España ratificó en 2006 y debe transponer a la normativa nacional antes del próximo 23 de diciembre.
    Sin embargo, hasta ahora se están encontrando con la “pasividad” del Gobierno. La denuncia ante la ONU, firmada también por el sociólogo Francisco González de Tena, afirma que las víctimas españolas están recibiendo “un trato inhumano y degradante” vinculado a “la angustia y el destrozo psicológico” derivados de no poder encontrar a los hijos, madres, padres y hermanos que buscan. En los juzgados se han interpuesto ya unas 1.500 denuncias, y varias miles más se están investigando de forma privada, pero hasta el momento no han redundado en la averiguación de la identidad actual de los desaparecidos, ningún médico, funcionario o religioso implicado ha sido condenado y sólo se ha imputado a la monja madrileña sor María Gómez Valbuena.
    Los afectados invitan a la ONU a enviar una delegación a España para comprobar “la situación profundamente dramática” que viven las familias y piden ser recibidos en Ginebra para explicar los casos. Un portavoz de Colectivo Sin Identidad y víctima también de esta trama ha declarado a Periodismo Humano que se están encontrando en todas las instancias judiciales e institucionales con “una ruta de silencio muy dura, el bastón de la ansiedad es tan cruel que es difícil resistir”, y “el tiempo juega en nuestra contra” puesto que la esperanza de vida de muchos niños criados en orfanatos, como es el caso de bastantes desaparecidos, es menor que la del resto de la población, “es parte de la masacre que han hecho con nosotros”.
    Este afectado relata como en las Islas Canarias, desde 1938 hasta bien entrados los años ochenta, funcionaron centros de Falange Española, colegios infantiles y orfanatos de los que salían hasta doscientos niños al año, entregados a familias o con certificados de muerte “más que dudosas”. “La adopción era el botín de guerra”, afirma sin ambages, a la vez que denuncia los “métodos nazis” usados en esos orfanatos, que llevaban a algunos de esos niños “a la oligofrenia y a otras enfermedades mentales”. Por eso, “la responsabilidad la va a asumir quiera o no quiera el propio Estado, yo no voy a denunciar a ninguna monja en particular, nos dejamos de pamplinas y vamos a la investigación global”, concluye.
  • En este mismo ámbito internacional, el denunciante pionero de robo de bebés en nuestro país, el abogado granadino Eduardo Raya, anunció el pasado mes de septiembre que llevaría el caso de la presunta sustracción de su hija, ocurrida en 1990, ante el Tribunal Europeo de Derecho Humanos, con sede en Estrasburgo, por considerar que se trata de delitos de lesa humanidad, al constituir un “ataque sistemático contra la población civil”. Raya anunció que otros afectados están en la misma tesitura de que sus casos, una vez agotado el recorrido judicial español, acaben también en Estrasburgo.

viernes, 5 de octubre de 2012

Cientos de personas se refugiaron en los montes de España para combatir la dictadura fascista.

 Este domingo arranca la semana conmemorativa del guerrillero español. 


Pepe Navarro, de 88 años de edad, se unió a la guerrilla de la Agrupación Guerrilla de Levante y Aragón en 1952. La dura realidad ya se había impuesto y el sueño de derrocar al régimen de Franco mediante una intervención militar de los países aliados se había esfumado. El enemigo occidental ya no era el fascismo sino el comunismo y la prometida ayuda aliada nunca llegó. Navarro recorrió la sierra de Aragón y Valencia advirtiendo a sus compañeros de que el Partido Comunista de España, con Santiago Carrillo a la cabeza, había ordenado la retirada. Los guerrilleros debían abandonar una lucha que no conducía a nada y tratar de salir del país. España era una ratonera para ellos.
Un día normal en mi vida durante 1952 era, primero, hacer guardia a toda hora. Nadie nos podía ver.  Después trabajábamos por turnos. A veces trabajaba el campo y otros días hacía de cocinero. Y siempre estábamos en movimiento buscando compañeros. Pero la actividad fundamental en un campo guerrillero era la instrucción política. Dábamos clase y nos daban una formación para desenvolvernos teóricamente en el pensamiento marxista-leninista”, recuerda Pepe Navarro a Público.
Unos años antes de la entrada de Pepe Navarro en la guerrilla, el sueño de la reconquista de España se mantenía vivo en las montes de España. Sobre todo tras la victoria aliada en la II Guerra Mundial y la liberación de París por parte de guerrilleros españoles. Cientos de personas que habían huido de la represión franquista se habían refugiado en las montañas del país tras el termino de la Segunda Guerra Mundial a la espera de un cambio que les permitiera regresar a sus casas. El cambio deseado lo intentaron en el Valle de Arán un grupo de guerrilleros españoles recién llegados de derrotar a los alemanes en territorio francés integrados en la organización Unión Nacional Español.

l.

Las asociaciones de memoria histórica denuncian que la supresión de fondos es por ideología

              Trabajos de exhumación en las fosas de Villalba de Duero.


Los representantes de las principales asociaciones advierten de que continuarán trabajando en la exhumación de fosas comunes, a pesar de que el Gobierno haya eliminado las subvenciones.

l Gobierno de Mariano Rajoy no destinará en 2013 ni un sólo euro a memoria histórica . Un golpe económico que pone fin a las subvenciones que recibían las asociaciones de víctimas del franquismo para localizar las fosas comunes y dar un entierro digno a sus familiares. La noticia, sin embargo, no ha sorprendido a nadie. “Es una noticia esperada. La crisis económica supone la excusa perfecta para eliminar las subvenciones sin un coste político. El motivo, no obstante, no es económico sino ideológico”, denuncia Emilio Silva, presidente de la presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
Hace apenas unos meses, en los primeros Presupuestos Generales del Estado del Gobierno de Mariano Rajoy, la partida de memoria ya sufrió un recorte del 59,7% . El Gobierno dedicó entonces 2,5 millones de euros  a las exhumaciones de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura rechazando financiar otro tipo de proyectos relacionados con la Ley de Memoria Histórica, como investigaciones, documentales, etc. Ahora, el recorte es total. La búsqueda y la exhumación de los más de 80.000 cadáveres que quedan enterrados en las cunetas tendrá que financiarse con los ahorros de las familias.
Las asociaciones de memoria aseguran que esperaban esta medida bajo la excusa de la crisis
Era de esperar la desaparición de la partida. El Partido Popular no quiere ni oír hablar de memoria histórica. Los que hicieron estas barrabasadas que acabaron con miles de personas en las cunetas fueron sus abuelos, quieren cerrar el tema cuanto antes”, denuncia José María Pedreño, presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria, quien señala que seguirán peleando para reabrir las fosas y conseguir la ayuda de comunidades autónomas y ayuntamientos.

El futuro.

La eliminación de la partida destinada a memoria histórica no cambia ni un ápice las intenciones y proyectos de las diferentes asociaciones, según aseguran sus representantes. Así, Cecilio Gordillo, presidente de la asociación Memoria Histórica y Justicia, asegura que la lucha de su asociación y el trabajo que realizan exhumando fosas no va a terminar “de ninguna manera”.
Están locos si piensan que se va a acabar porque dejen de ayudarnos. Ese ha sido un argumento estúpido de la derecha mediática que nos acusaba de aprovecharnos de las subvenciones.Seguiremos trabajando por encontrar a los represaliados”, advierte Gordillo.
El mismo ánimo de Gordillo se advierte en Emilio Silva, presidente de la presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, y José María Pedreño, presidente de la  Federación Estatal de Foros por la Memoria. “Cuando comenzamos las exhumaciones con un tratamiento científico gobernaba España José María Aznar que nos dio ni un sólo euro. Por aquel entonces hicimos las cosas sin dinero y ahora volveremos a hacerlo tirando de voluntarios”, asegura Pedreño.
"Seguiremos con las exhumaciones con o sin fondos", asegura Emilio Silva
En este sentido, Silva recuerda que su asociación comenzó a exhumar fosas en el año 2000 y no fue hasta 2007 cuando recibió las primeras ayudas, por lo que este golpe no va a provocar el fin de sus trabajos. “El año en el que más exhumaciones hemos realizado fue el 2003 y en Castilla y León, que no nos ayudó en nada. Fue la sociedad civil quien organizada y con la ayuda desinteresada de arqueólogos y forenses los que lo llevaron adelante el trabajo. Volveremos a esa metodología que en el fondo nunca hemos abandonado”, asegura Silva.

"El insulto" de la vicepresidenta

El pasado 24 de agosto, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría leyó un comunicado al término del Consejo de Ministros en el que mostraba su apoyo y rendía homenaje a “las víctimas, los defensores de los derechos humanos, las organizaciones no gubernamentales y otras personas y grupos que trabajan para denunciar los casos de desaparición forzada y erradicar esta práctica”.
Apenas un mes después de este comunicado, el mismo Gobierno elimina la partida para encontrar a las víctimas de desapariciones forzosas en España. “Es un insulto hacia nosotros. Leen un comunicado de homenaje y después retiran los fondos. Es un ejemplo de la política del Gobierno: decir una cosa y hacer la contraria. Un Gobierno democrático no puede tener víctimas de primera clase y víctimas de segunda”, denuncia Silva.